sábado, 27 de septiembre de 2014

You're always welcome

Querido Septiembre

Ayer pensé que noviembre sería aún más difícil. Me dije que sin el sol y las lluvias de otoño todo se haría más pesado. Sabía que lloraría más que nunca, que me empezaría a aficionar a dormir de más y a comer dulces. Supe en ese sábado gris y deprimente que este año sufriría el nubarrón de noviembre como jamás lo había percibido antes. Me encanta ser melancólica y echarle un poco de nostalgia al asunto. Pero sé que noviembre no va a ser sencillo...

Por ahora está siendo de aúpa y eso que ha salido el sol. Pero sé que noviembre... noviembre va a ser peor. Octubre como siempre, espero que sea maravilloso. 

Te quiere, 

Mayo. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Usual conversation

Recuerdo estar sentada, temblando. Venías hacia mí mirando alrededor, como disimulando haberme visto. Llevabas unos pantalones cortos y unas alpargatas, llevabas la camiseta azul que me gusta tanto. Estabas nervioso, o yo me dije que estarías nervioso, yo estaba que me moría. Hacía un par de semanas que salíamos juntos y era diferente, todo era nuevo. Era genial ver cómo venías hacia mí con vergüenza, te hacía más humano...
 
-Bueno, siento haber llegado tarde, ¿nos vamos?
-Has llegado tarde aposta y lo sabes, pasas de estar aquí esperando como un idiota. Que sepas que es la última vez que te espero.
-Qué mala eres Lancey, madre mía....
 
Eres la única persona con la que siempre he podido ser yo misma. Eres el único que consigue que me ría de lo 'mala' que soy. Aquel día, bueno, hacía ya un par de semanas, había empezado a estar segura de quién era. Porque soy yo gracias a que existes.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Gonna get better

Vivimos esperando ese momento. Vivimos para la aventura.  Durante mucho tiempo somos capaces de imaginarla, de jugar a que es cierto, a que ya está aquí. Nos sentamos y hablamos de ello, viajamos en coche e imaginamos que está con nosotros. A veces, en cambio, llegan otros momentos. Son días angustiosos, nos ahogamos en una idea. Pensamos que jamás llegará, escribimos la peor versión de la historia o todo lo contrario. Como digo, nos ahogamos en esa idea, viendo que en realidad nunca fue posible. Sin embargo, al cabo de los años, cuando aprendemos a esperar, llega. Esperar no es no quejarse y dejar que pase el tiempo, es vivir con alegría y expectación hasta que llega el momento.

Porque vivimos esperándolo, vivimos para esa aventura.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Eso es lo que pasa

No se había levantado el sol cuando apareció con los ojos medio abiertos, mi gordito.

-Guten Morgen, mami. 
-Buenos días mi sol, ¿has dormido bien? ¿qué has soñado?
-Mmmh... si.. no me acuerdo.

Le serví el desayuno mientras me lo comía a besos. Se parece muchísimo a su padre, tiene los ojos más oscuros. Empezó a preguntarme cosas sin mucho sentido, seguía medio dormido. 

-Imagínate que soy un caballero ¿vale? Los caballeros no desayunan leche, ¿lo sabías mami? Desayunan carne con patatas, me lo dijo el otro día la profe, porque lo ponía en un cuento. Y además, la leche ni está rica ni nada. 
-Si no te terminas la leche me voy a enfadar, cuento tres...

Se la bebió de un trago después de un par de tostadas, es un niño muy obediente. Empezó a llorar Clara, tenía que cambiarla,. Le dije que se lavara la cara y los dientes, sabía que lo haría, cuando dejara de argumentar sobre el buen desayuno de un caballero.  Le caían gotas de leche por la boca cuando salí de la cocina, al rato me estaba pidiendo que le abrochara el pantalón, le peiné y le di otros mil besos. 

-Mami, sabes que las madres de los caballeros son las más guapas, como tú. 
- Claro... Pero el mejor caballero eres tú, ¿no? 
-Soy el único que conozco. 


ánimo

- ¿Nos levantamos con ganas de arrancar la úlitma hoja? ¿Con energía para abrir puertas y cerrar épocas de la vida? ¿Nos levantamos para comernos las palabras y partirnos el cuerpo por hacerlo lo mejor posible? ¿Nos levantamos con risa suficiente para celebrar el triunfo, gritar ¡victoria!? ¿Nos levantamos con lágrimas en los ojos para llorar de alegría? ¿Dí, estás listo?
- Por favor Inés, es solo un examen...
-Es el último, el fin de la época escolar, olvidá las mochilas pasamos a la carpeta, a llegar tarde a clase y que nadie diga nada, a tomarnos un algo a la salida de clase, a hablar de lo que de verdad nos gusta...
-Deja el acento argentino, pareces un anuncio de Coca-cola.
-Era la gracia. 


lunes, 15 de septiembre de 2014

hopeful

A veces te levantas con la sonrisa de siempre, dispuesta a lo que sea. No te das cuenta de cuántas cucharadas de café te has echado, o de si comes galletas o mantequilla. Estás feliz y te ríes incluso. Otras veces no hay quien te saque una sonrisa, no quieres hablar con nadie y querrías coger el primer avión hasta el otro lado del mediterráneo. Esos días son más difíciles, tienes que beber agua de más para compensar las lágrimas tontas que te nublan la vista, que no te dejan vivir. Intentas leer y ordenar los papeles acumulados encima de la mesa, pretendes así distraer tu memoria con pequeñas cosas que hacer. No sirve, a veces no hay solución. Son los días de mierda, en los que nada te apetece. Entonces te acuerdas de él, de cómo se ríe y de que le gustaría que rieses. Recuerdas el piano y las canciones, vuelves a pasear de su mano y a sentirte tranquila de saber que sois los de siempre. Entonces sales de ti misma y dejas de dar vueltas al egocentrismo y te repites que 'el dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces'. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

nicht sehr einfach

Escribo porque me lo han pedido.
 
Me lo dicen las ganas que tengo de volver a sonreír como cuando estabas. Me lo piden sin parar las tardes de otoño que pasamos juntos hablando de todo y de nada. Me lo piden las cenas improvisadas al borde del lago. No dejan de recordármelo las lágrimas de aquella mañana de agosto. Se repite sin cesar en mi cabeza esa canción y me lo recuerda. Me dice, "escríbelo, se pasa mejor. Abre el cuaderno y pega los billetes del metro de Berlín y manda esas postales".
 
Te prometo que lo intento todas las mañanas, a ver si después de haberlo escrito me echo a bailar a lo idiota como si estuviera contigo.
 
J'écris parce qu'ils m'ont demandé.
 
C'est les envies de sourire comme je faisais quand t'étais ici, c'est elles qui me disent. C'est les après-midis d'automne qu'on a passé ensemble en parlant de tout et de rien, c'est elles qui me demandent sans arrêt. C'est les dînés improvisés au bourd du lac,  c'est elles qui me demandent. Les larmes de ce matin d'août n'arrêtent pas de me rappeler. Elle se repète dans ma tête la chanson et elle me rappelle. On me dit "écrit-le, ça va mieux. Ouvre le cahier et colle les billets de Berlin et envoie les cartes postales".
 
Je te promets que j'essaye chaque matin, on va voir si après de l'avoir écrit je me lance danser à la conne comme si j'étais avec toi.