lunes, 17 de noviembre de 2014

frustrated


Volvía a caminar sola... Volvía a no ver, aunque se pusiera las gafas, las lágrimas llenaban sus ojos y una sequía salvaje subía por su garganta. No sabía a dónde mirar y su único horizonte se encontraba a más de 3000 km. Nada tenía sentido y la energía se había agotado. No se veían más que las cenizas de una cerilla que intentaba a duras penas alumbrar una oscura noche de invierno.

Unexpected event

Sin duda, jamás lo habría imaginado. La vida le puso a prueba, se la jugó y le dio un tortazo con descaro. La llamó a gritos en una calle ruidosa y le robó los mapas del camino. Creía estar preparada y le sorprendió una señal inesperada, creía saber cómo reaccionar y se vio desarmada en medio de la batalla. Se encontró en una batalla cuando ella vivía en un paraíso. Comprendió que lo que estaba ocurriendo era bueno y malo, la Vida le enseñaba verdades que todavía no conocía. No todo está bajo tu mando, Marie, no todo va a pasar como piensas. Fue un golpe duro ver que quería marcharse habiendo soñado con quedarse para siempre, fue terrible llorar de impotencia, de la angustia que la ahogaba.. Pero lo comprendió, después de un par de siestas, después de meditarlo en silencio, después de repetirse que lo amaba, después de oírle mil veces decirle que la quería con locura. 

Entonces, solo dijo gracias, gritó gracias. Saltó desde lo más alto cantando las gratitudes desde su alma y cayó entre sus brazos.