lunes, 27 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD



Siempre fue mi mejor regalo. Porque en Navidades se habla de todo pero sobre todo se evocan tiempos pasados, que no tienen por qué ser mejores pero los recordamos con un sabor dulce de turrón chocolateado...
Todos los años recordabas cómo me conociste y año tras año el público fue aumentando. Hoy escuchaban atentamente Gabriel, Inés, Clara y los gemelos se pegaban mientras tú narrabas nuestro primer encuentro en la cola del cine. O aquella primera comida en casa de tus padres, fue la primera prueba que me pusiste para comprobar si sería capaz de formar lo que hoy llamamos Familia. Querías poder contarles a ellos cómo fuimos de jóvenes, nuestros viajes, nuestras locuras, nuestra primera casa. Otra cosa que contabas siempre era como fue el nacimiento de cada uno, lo histérica que estaba cuando nació Gabriel. La sorpresa que nos llevamos al ver que eran gemelos: Lucas y Jorge. Lo gracioso que era oir hablar a Clara con tan solo 9 meses y como nos reímos al ver a Inés planchando su babero. Pero lo que más te gusta de la Navidad es poner el nacimiento y de alguna manera verte reflejado en esa familia en la que Dios quiso nacer hace más de 2.000 años.

martes, 21 de diciembre de 2010

Solo


Vivo esperando el día en que al despedirte de mi, me des aunque sea un beso. No pido un beso en los labios, no. Un simple beso en la mejilla, en el pómulo cerca del ojo. Ya sabes cuánto me cuesta despedirme de ti, en realidad nunca lo he hecho. Siempre que te bajas del vagón entre el ruido, la gente,y el poco tiempo que pasa entre que se abre y se cierra la puerta no da tiempo casi a soltar el "hasta mañana" de todos los días. Me gustaria que algun día me pidieses que me bajase del metro, y que cuando hubiese bajado, esperases en silencio que el mundo desapareciese, se vaciase y cuando estuvieramos solos me besaras, no sé dónde, eso da igual, lo que quiero es que me quieras. No pido más.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Cuento

Una vez había tres amigos: Linus, Rema e Ises. Linus era el principe del reino de la Bromas, Rema era la princesa de las Hadas e Ises la princesa del reino de la Locura. Eran amigos y habian firmado un pacto, una alianza: La ALianza de La Alegría. Linus y Rema estaban locamente enamorados y Ises como estaba loca no tenia tiempo para eso.
A todo esto había también una mala, como en todos los cuentos, La bruja Nela. La bruja Nela era la princesa del reino del Egoismo y estaba casada con el rey de la Hipocresía, Dropio. Juntos formaban el Mal.
La bruja Nela envidiaba la amistad, la alegría y la belleza de los tres amigos. Asi que elaboró un plan para destruir su alianza. Llamó a la princesa de la Inocencia, Mareg. Era una joven preciosa...e inocente. Le dijo que debía casarse con el principe Linus porque él la amaba. Mareg que era blanca y buena le hizo caso e invitó a merendar al principe. Este con su encantador acento aceptó:
- Porrrsupuesto que iré, encantado. Bueno encantado no, no me ha encantado nada, pero me encantará conocerla asi que finalmente estaré encantado como dije antes. Sonriendo le digo que iré.
Y fue a merendar con ella tarde tras tarde mientras la princesa Rema lloraba desconsolada y la bruja Nela reia con esa risa que tienen las brujas de los cuentos.
La princesa Ises no podía permitir lo que estaba pasando, asi que decidió llamar a todo su ejército de duendes que cantando y bailando llamaron al ejército de hadas, que volando y saltando avisaron a los payasos del reino de la Bromas de lo sucedido. Juntos y capitaneados por la princesa Ises, que tenia un poder mayor que lo otros dos amigos, se presentaron camuflados en el castillo de la bruja Nela.
- ¿Quién es?, preguntó el mayordomo del reino del egoismo
- Ejem, soy Tristona, y vengo a ver a la bruja con estos amigos mios, dijo Ises que vestida de negro se hacia pasar por la prima de la bruja.
- Claro, por desgracia y entre lágrimas debo dejarles pasar, contesto tristemente el mayordomo.
Lo que más le reventaba a la bruja eran las fiestas, la alegría. Asi que el plan de Ises se basaba únicamente en eso, en montar un fiesta delante de la bruja para que accediera a lo que Ises y Rema querían.
Al ver tanto globo tanta música y tanto alboroto Nela se puso frenética y enferma...
Ises le propuso deshacer el hechizo que había enamorado a Linus de Mareg para que se casara con Rema y asi volver a la alianza de antes. La bruja dolorosamente accedió con tal de que pararan de salir globos de colores de las trompetas de las hadas, y de que dejaran de volar las cometas de los payasos.
Asi que Nela se exilió al interior de las personas y solo si te vuelves muy retorcido encuentras el mal, a Dropio y Nela, al egoismo y la hipocresía. Mareg, se quedó para siempre encerrada en la infancia pues solo alli no hacia daño, por eso solo los niños dicen la verdad porque son pura inocencia. Linus y Rema se casaron y siempre van juntos, todo aquel que hace buenas bromas es que cree en la magia, en la hadas. Finalmente la poderosa y encantadora Ises se quedó en la cabeza de todas las personas, todo el mundo está loco. Y así en este mundo loco es donde vivimos de la mejor manera, o quizá no sea este el mundo loco loco, quiza nos espere algo más, algo mejor.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Umpalumpas


-Me parece que vosotras sois un poco liantas.

-Hay que cogernos el punto.

jueves, 9 de diciembre de 2010

lovely day, lovely friends

little things
lovely places
take a walk with me
photographie
toi
et toi
Madrid. Lluvia. Banco 12:00. Me suena el móvil "Wait, oh!wait wait a minute mrsPostman.."
¿Ara? Si, voy. Lluvia. ¡Cuánta cola! No no es para nosotras. Thyssen, "hasta las 14:30 no se puede pasar" Adiós Monet. Pues, ¿Que te parece Mario Testino? Yo ya la he visto y me gustó. OK. TODO O NADA. Moda, foto, gente, piel, piercing, pestañas, sol, Kate, Sienna, Fin. Lluvia, Madrid, Gran Via. Andar hablando con vos todo un placer querida. Dolores promesas. Callao, me cuentas, te cuento, nos contamos. Carmen. ¿Sushi?, Dimsun= puajj!! La Rue, foto foto foto foto. Ara, outlet, outlet music, falda. Metro, mapa. Callejeo, calle Imperial telas, cerradas. Lluvia. Calles, calles, catedral del Almudena, calles calles calles, OPERA. Ara, Carmen, yo. Metro, Ramal, honey i'm home! lucky girl, c'est tout.

sábado, 4 de diciembre de 2010

There's a sun show every second

Me he levantado un poco tarde, así que he pensado que podría oír su programa en directo y no tener que buscarlo más tarde. Pongo la radio y ahí está su voz: constante y melódica, hablando de nuestra gran ciudad. Cómo lamento que sea tan grande, si viviese en un pequeño pueblo la podría ver todos los días, pero viviendo aquí ni siquiera la conozco, solo conozco su voz, su risa... Me gustaría poder soltar entre noticia y noticia: Bárbara Elliot, te quiero. Pero eso solo ocurre en las películas, donde el protagonista es un tío afable, simpático y atractivo. En las que ella se derrite cada vez que le ve en el telediario de las tres.

Llego siempre agotada a casa y hoy más, porque como mañana no trabaja nadie, he tenido que grabar programa doble. Me pongo a hacer unos espaguetis y miro de pasada el reloj. ¡Las tres y diez!, ¡Me estoy perdiendo al hombre de mi vida en la tele! Me doy con la banqueta en el dedo meñique, cojo el mando medio llorando de dolor, pero en cuanto le veo, contándonos los horrores de Vietnam, se me pasa todo. Si me atreviese a soltarle al micro: lo que más me gusta de NY es llegar a mi casa cansada de trabajar, encender la tele y verte a ti Tom. No sabes la tranquilidad que transmites, aunque estés relatando los peores sucesos del día. Pero eso no lo puedo hacer. Además, ¿para qué? Si él no lo oye nunca, a esa hora debe estar entrando en el estudio.

(al día siguiente)

Casi pierdo el bus. Hoy todo Nueva York está en la calle. Yo he decidido ir a ver a mi hermana que vive en Manhattan, pero antes voy a comprarle unas flores.
De repente oigo su voz, es ella, estoy seguro. Me giro, pero como el autobús está lleno de gente no veo más allá de dos señores que devoran una hamburguesa delante de mí. Avanzo un poco y la busco.

He quedado con Abi a dos manzanas de mi casa. Como me daba pereza andar con el calor que hace, he cogido el autobús. Está lleno, pero he conseguido sentarme. Llamo a Abi para decirle que a lo mejor tardo un poco.
¡No puede ser! ¡Es Tom! Está como buscando a alguien; Abi grita detrás del teléfono "sí, sí, Abi ya llego, espera". Dios mío, me está mirando a mí.
La encontré, me acerco a ella, se le cae el teléfono, se lo cojo.
- ¿Bárbara Elliot?
- Mmmm... Sí, ¿Tom?
¡Dios mío! Qué imbécil. ¿Tom? No me sale su apellido. Ya lo tengo tan asumido que no le llamo nunca por su apellido. Me coge la mano y me devuelve el móvil.
       -Sí
- Gracias.
- De nada.
*   *    *

-¡Buenos días Nueva York! ...
¡Mierda! Me suena el me móvil. Siempre lo apago cuando estamos grabando. Cómo no, es Tom.

 Luego le llamo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Piccolisima serenata


Viendo salir a la gente del avión me empecé a impacientar. No salías nunca, nunca saldrás. Allí estabas tan guapo como simpre que no te afeitas desde hace tres días. Con esa sonrisa dormida que me encanta. Con cada pelo dirigido a una punta distinta del planeta. Y tus ojos, mirándome a mi. Ya has llegado, en una semana te irás. Tengo que aprovechar cada sonrisa, cada roce con tu mano. Tengo que recordar perfectamente las aceras que recorramos juntos, baldosa por baldosa. El café, el olor de tu bufanda. La tinta en tu jersey. Tu risa. La cara que pones al verme bailar. Tu rostro escuchando los Beatles. Tu italiano spaghetini, todavía no sabes decir ni hola. La foto que te gusta de mí, en el Trastevere. Son recuerdos de tus breves visitas. Desde que me fui vienes una semana de cada mes, te estás quedando sin blanca por mi culpa.
- Pero no ves que sino viniera a verte no te vería.
- Logica aplastante Manuel, lógica aplastante.
- Quiero decir estás en Roma y yo en Paris ¿que hacemos? te olvido. Entonces no podría vivir. Fiumicino, el avión, vuela, lejos, a Paris.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Mejor sin palabras




Típico día antes de las vacaciones de Navidad. Te sientes rara, todo el mundo queda pero tú no puedes o la gente se va de vacaciones. Es nostalgia por un tubo. Pensaba en eso mientras metía el vergonzoso boletin de notas de este trimestre. Bajé las escaleras hablando con Melix. Un poco más alante bajaba Rafa con Daniel. Él se iba de vacaciones.
No la puedo dejar escapar me voy todas las Navidades, no tendré ninguna excusa para llamarla y no creo que pueda conectarme a Internet. No la puedo perder. ¡Ana!
Me giré, ¿me estaba llamando Daniel?
-Ven un momento, sube conmigo.
Subimos las escaleras corriendo hasta el segundo piso, donde estaba nuestra clase de primero.
La llevé al fondo del pasillo al lado de la clase de Arte, donde nadie nos viera.
- Ana, en este piso me enamoré de ti.
Ella se quedó sin palabras mirándole fijamente, se limitó a traducir sus palabras a un beso.

martes, 16 de noviembre de 2010

Plotzlich



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No le iba a volver a ver, me había ido. Había cruzado las fronteras y me encontraba en territorio alemán. Doblando camisetas del H&M en pleno Berlín del este. Desde el primer día que llegué a Berlín me escribía unas letras. Llevaba un mes y medio leyendo sus mensajes con ilusión, una noche abrí el mail descuidadamente, y con Diana Krall de fondo leí:
Gabriela, llego mañana al aeropuerto de Berlín a las 10.20. No sé mucho alemán así que si vienes a recogerme te lo agradecería. Besos
Jorge
Ljsdhjkhwjrkfhvuiwdfhnhoiurfh!?!?! Mañana. A las 10.20. Mañana. Besos, Jorge. Que le recoja, yo. Mein Gott!!
Recordó la vez que se conocieron ella estaba sentada en el banco, en frente de la Iglesia del Buen Suceso comiéndose un sándwich mientras estudiaba arte. Él se había sentado en las escaleras de enfrente a leer, mientras esperaba a su hermano que salía del conservatorio. Ella levantó la vista, le vio y la bajó rápidamente, el arte bizantino, Picasso, Kandinsky, Casas, Mirón…
Él la vio sentada con sus Converse amarillas y los rizos negros cayéndole por la frente. No dejaba de mover las rodillas, estaba nerviosa, tendrá un examen pensó. Siguió leyendo a Waugh si dejar de observarla. No dejaba de moverse le hizo gracia como se iba poniendo roja.
- ¿Te encuentras bien?
No supo que hacer. Se hizo la sueca.
- Perdona, ¿te encuentras bien?- dijo acercándose a ella.
- ¿Eh? Si, si ¿por qué?
- No se estás más roja que tu carpeta...
Ella no pudo evitar reírse. Eso le relajó.
- ¿Roja? ¿Yo?
- Si tu como un tomate. Me llamo Jorge, encantado.
- Yo soy Gabriela.
- ¿Qué estás estudiando?
- Historia del arte. ¿Y tú?
- Estaba leyendo a Evelyn Waugh, “Decadencia y caída”, ¿a quién esperas?
- En realidad a nadie, me gusta estudiar aquí vivo cerca y eso… ¿Y tú?
- A mí hermano. En diez minutos sale del conservatorio.
- ¿Qué toca?
- El chelo. ¿Me acompañas? Te vendrá bien descansar un poco de Tiziano.
- No me cansa, pero si, prefiero distraerme un poco.
Así que se encaminaron hacia la calle Ferraz.
- ¿Dónde vives?
- Aquí al lado en Plaza de España. ¿Y tú?
- No tan al lado, en García Paredes, por Gregorio Marañón.
- ¿Y tocas algo?
- Toqué en su día el piano pero lo deje al empezar la carrera, un desastre pero bueno…
- ¿Qué estudias?
- Clásicas.
-¡Qué dices! No soporto el griego… ¿Y que tal lo llevas?
- Yo diría que bien…
Así de pregunta en pregunta fueron conociéndose.
¡Dios mío! ¿A qué vendrá? ¡Hasta Berlín! Por fin se durmió. Hasta en la oscuridad del apartamento se ponía roja solo de pensar que mañana él estaría en el aeropuerto.
Empezó a sonar Revolution y se puso en pie, ¿Qué me pongo? Tras largas deliberaciones resolvió ponerse unos vaqueros, las deportivas negras, un jersey y moño de pelo mojado. Salió corriendo al tren y llegó al aeropuerto a y cinco.
Estaba sola en la sala de espera del pequeño aeropuerto. Me senté al lado de una familia de italianos que esperaban a la Mamma según decían. En frente tenía a un joven delgado de pelo rubio que escuchaba a todo volumen Pink Floyd- Money. El avión que venía de Madrid se retraso diez minutos. Me empezaron a temblar las rodillas como aquella primera vez.
Le vio salir con la maleta buscándola como un loco por toda la sala. Sus miradas se encontraron, me acordé sin querer de Love Actually, Only God knows, él se acercó corriendo.
- Ya estoy aquí, en Berlín.
-¿A qué has venido?
- ¿Cómo que a qué he venido?
- A ver, di.
- Gabi, Gabriela, ¿quieres salir conmigo?
- ¡¡Pensé que no lo dirías nunca!!
Le abrazó como si fuera la última vez que le fuera a ver.
- Te quiero. En Berlín o en la calle Princesa, aunque preferiría que estuvieses en la calle Princesa….
- Tonto, Berlín te va a encantar, y solo es por un año…
- 365 días Gabi, 12 meses eso no es sólo un año, es más. Así que el año que viene vuelves a Madrid y empiezas de una vez la carrera.
- No empieces exigiendo que yo llevo esperándote seis meses...
- Tenía que asegurarme de que eras tú.
- ¿Y estás seguro?
- Totalmente.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Clásico columpio

Entraban corriendo con el moño tenso y bien hecho. Salían riendo cantando y recordando los pasos nuevos que habían aprendido. Al entrar en el edificio se veían unas largas escaleras que daban a un pasillo lleno de aulas. En el aula había por lo menos catorce niñas. Todas de rosa saltando serias y concentradas. Aquel maravilloso concierto iba dirigido por una mujer de mediana edad con el mismo moño que las jóvenes y con una sonrisa que a veces se transformaba para dar alguna corrección severa. En el vestuario se oía hablar francés, cintas, medias, maillots, pinzas, horquillas, laca… Strauss, formaba parte del maravilloso panorama que disfrutaba cada día en la Royal Ballet de Londres. Tenía trece años y sabía que algún día sería bailarina. Bailaría para hacer llorar, reír y bailar a la gente de todo el mundo. Consagré cada domingo a sacar bien el instituto, a hacer reír a mamá y a jugar con Samuel. El resto de la semana era para el rosa, la música, los assamblés, los pas de buré, los tant levés, las posiciones y la dichosa pirueta.
Salí al escenario y vino a mi mente el día que dije que sería Giselle alguna vez. Ahí estaba yo delante de un público germano capaz de apreciar todo el esfuerzo que yo había hecho para bailar Giselle para ellos. La música fue llevando mis pies, levantando mis rodillas, moviendo con agilidad mis brazos, balanceando mi cuerpo y haciéndome ver que lo que hacía era belleza, era ballet.


lunes, 8 de noviembre de 2010

Italia con amore



-Lidia, que no me muera sin conocer Italia, hazme el favor.
La primera vez que me dijo eso, cogimos la Vespa y nos fuimos a Italia. Roma, Venecia, Milán, Florencia. Nos gustó tanto que nos casamos allí en una pequeña iglesia de Sicilia. Nos compramos una casita a la orilla del mar. Éramos felices, el sol salía y bañarse en el mar siempre apetecía. A los dos años nos compremos unas bicicletas, la de Pedro tenía una sillita donde llevábamos a Sofía.
Celebramos el primer cumpleaños de Elena en la playa. Ya conocíamos a más gente. En la comunión de Sofía, Rafael no dejó de chillar: ¡ay! Sophia Sophia sera nostra fantasia... Éramos felices. Cuando Sofía iba a empezar la universidad nos mudamos a Roma. Arquitectura. La nostra casa in cima al mondo, Miguel nació allí. Elena quería conocer Madrid le gustó y allí se quedó trabajando en un colegio, era profesora de italiano. Sofía siempre vivió cerca de su querida Sicilia, era la que más había vivido allí, diecisiete años, ricorda…
Rafael y Miguel eran puros italianos, como yo siempre había querido. Pedro quería que fueran pintor y escultor y que sus nombres fueran recordados siempre, siempre tan soñador. Rafael trabaja para la embajada en Praga y Miguel vive en Roma, es policía. Somos y éramos felices.
Aun así habiéndose recorrido Italia entera me sigue diciendo desde la cama:
- Lidia que no me muera sin conocer Italia, hazme el favor.
Hoy se ha despertado de buen humor pero no se mueve de la cama.
- Lidia, ven.
- Dime amor mío.
- Dime los nombres de tus hijos, despacio.
- Sofía, Elena, Rafael y Miguel.
- Me gustan. Y en sus caras son más bonitos todavía- me dijo sonriendo con aire melancólico-cómo se reía Elena al ver saltar las olas en Sicilia, sólo tenía cinco años. Sofía siempre me hacía unos dibujos preciosos, y nunca se creyó que su Sicilia fuera una isla, le daba miedo, ¿te acuerdas?
Yo no dejaba de llorar se me saltaban las lágrimas solo de recordar cómo me dijo que me casara con él, ese hombre que evocaba con admiración a mis hijos, nuestros hijos.
- Rafael está muy lejos, en Praga. Mi niño, mi soldadito de plomo. Y ahora Miguel es policía en Roma, la eterna Roma. Lidia, vida mía. Menos mal que he conocido Italia, contigo, ahora me puedo morir. Qué pena que no estemos en Venecia, sino quedaría mejor. Muerte en Venecia.
Se tumbó y empezó a cantar suavemente.
- Questa piccolosima serenata….el enamorato a la enamorata…le susurrera…le susurrera…
Sonrió, me soltó para siempre la mano. Una lacrima sul viso…

viernes, 22 de octubre de 2010

maybe


Pulso tecla a tecla, con decisión. Sé que decirte pero no quiero decirtelo todo de una. Sonrio. Casi no me acuerdo de tu cara pero sé que pronto la veré, mirando a la mia. Cada exclamación me ilusiona. Pretendo ser distante para que tengas que demostrarme que de verdad me mereces. Sonries. Estudias. Horas, dias, meses igual. Y un dia sonará el teléfono, y serás tú.

martes, 19 de octubre de 2010

friendship




"Un día le dijo el amor a la amistad: ¿Para qué existes tú si ya existo yo?; y le dijo la amistad: Para que cuando tú pongas lágrimas yo ponga sonrisas"


miércoles, 13 de octubre de 2010

La rentrée

Goodbye summer!

Goodbye shorts without pants, goodbye braces, goodbye swimsuit!

Goodbye relax...welcome stress!