miércoles, 17 de septiembre de 2014

Eso es lo que pasa

No se había levantado el sol cuando apareció con los ojos medio abiertos, mi gordito.

-Guten Morgen, mami. 
-Buenos días mi sol, ¿has dormido bien? ¿qué has soñado?
-Mmmh... si.. no me acuerdo.

Le serví el desayuno mientras me lo comía a besos. Se parece muchísimo a su padre, tiene los ojos más oscuros. Empezó a preguntarme cosas sin mucho sentido, seguía medio dormido. 

-Imagínate que soy un caballero ¿vale? Los caballeros no desayunan leche, ¿lo sabías mami? Desayunan carne con patatas, me lo dijo el otro día la profe, porque lo ponía en un cuento. Y además, la leche ni está rica ni nada. 
-Si no te terminas la leche me voy a enfadar, cuento tres...

Se la bebió de un trago después de un par de tostadas, es un niño muy obediente. Empezó a llorar Clara, tenía que cambiarla,. Le dije que se lavara la cara y los dientes, sabía que lo haría, cuando dejara de argumentar sobre el buen desayuno de un caballero.  Le caían gotas de leche por la boca cuando salí de la cocina, al rato me estaba pidiendo que le abrochara el pantalón, le peiné y le di otros mil besos. 

-Mami, sabes que las madres de los caballeros son las más guapas, como tú. 
- Claro... Pero el mejor caballero eres tú, ¿no? 
-Soy el único que conozco. 


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