lunes, 26 de septiembre de 2011

Tu presencia y despresencia

Estaba volviendo del aeropuerto y me esperaban tres años sin ti.
Prometí no olvidar la marca redonda de tu taza en la mesa del salón. El olor a chocolate que dejabas por la casa. Tu risa al otro lado del teléfono, tu acento francés. Prometí no borrar ni una de las notas que me dejabas por la casa " Cariño vuelvo a las ocho, compré pizzas, alquila un peli por favor, j' t'adore" " Me han llamado de París!". Al llegar a casa puse música, Tracy como siempre (Tracy Chapman) . Y sin quererlo volé hacia el pasado.

En aquella época llevabas unos rizos muy divertidos y aquel jersey azul oscuro que iba tan bien con tus ojos negros. Cruzábamos juntos la calle y encendiste un cigarrillo, Camel. Entramos en Santa Bárbara y te sentaste a mi lado. Me diste la paz guiñándome traviesamente el ojo y a la salida me atracaste sin reparo.
- Perdona- tu acento francés... - ¿sabes si hay alguna biblioteca por aquí?
- Si hay una pública cerca.
- No, perdón, una librería.
- Si aquí al lado.
- Tendrán algo de Tolstoi, ¿Ana Karenina o Guerra y paz en francés?
- Yo tengo Ana Karenina en francés.
- ¿Y dónde está tu librería?
- Jajaja lo tengo en casa...
- ¿Y dónde vives?
- ¿Perdona?
Si, te iba a echar de menos tres años es demasiado. Levantarme por la mañana y no ver el desayuno adornado con dos flores, no ver tu ropa perfectamente doblada al lado de la plancha "à repaser, jtm", no oírte cantar Jacques Brel mientras preparas una de tus maravillosas ensaladas. Creo que tres años es demasiado. Tengo que irme a París y dejar Madrid por un tiempo. Tengo que correr a darte Ana Karenina, te lo has dejado.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Oh la la

7.30 y pienso en ti. 10.30 y pienso en ti. Oh la la que incómoda sensación, oír tu voz y ver que no, no estás en la cocina ni cantando en la ducha. Me ducho sin oír la radio hablando del último partido del Madrid. Preparo un sándwich para ti pero tú no te lo llevas al trabajo. Oh la la que extraña sensación, subirme al coche y explicarte que tengo que correr a casa de mi hermana a por la cartera que me la dejé ayer y tú no dices nada, no estás. Creo estar soñando, no entiendo nada, quizá jamás me haya casado contigo, quizá vivo en un eterno sueño... Pero de repente suena el móvil.

- ¿Cielo? ¿Eres tú?
- Si, dime ¿dónde estas?
- Acabo de llegar a Berlín mañana por la noche estoy en casa.
- Oye, nada de olvidarme ¿eh?.
- ¿Por las alemanas, cariño? No, no me voy a olvidar de ti.
-Te quiero idiota.

No me acordaba, volabas a Berlín a las 5.30, soy un desastre. Qué susto me he dado.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

marquesado de alegría

El sol se iba escondiendo poco a poco en la plaza y vestidos de verde esperábamos impacientes. Bailábamos y chillábamos emocionados. Al principio del día tú no eras nadie pero a las 19.30 de la tarde eras imprescindible. Qué estúpida obsesión. Saltos, palmas y gritos de Alegría. Tú a mi lado, con el sombrero de paja y la sonrisa pegada a la cara. Enciendes un pitillo y yo por el mero hecho de haberlo encendido y probado tú me sentí obligada a darle una calada, dos y tres. Poco a poco la musica iba subiendo de volumen, la gente se emocionaba más y las banderas eran de más y más colores. Aquella tarde es inolvidable, por lo menos para mi.

Sin embargo ahora ya es totalmente de noche y estoy sola en la plaza. Un mensaje cambia la orientación de los días pero la ausencia del mismo mata toda una vida.

martes, 20 de septiembre de 2011

madrid

Nada es así. Ninguna ciudad del mundo te iguala. Nadie tiene la Gran vía, ni el Paseo del Prado, ni Viriato nº 62 ni el Retiro, ni Sol, ni el Paseo de las Delicias nº 13, ni la alegría, ni Serrano nº 127, ni la gente, ni Opera, ni la música en el metro, ni la luz que tienes. Ni París ni mierdas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Madame

Cosas que siempre quise hacer, con ese acento tan sofisticado y carinoso, con ese tono tan dulce y armonioso. Francés.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Aah...

Cojo siempre la linea 4 para ir a trabajar. Desde Château d'Eau hasta les Halles, no es mucho pero no esta mal. Hoy a la vuelta, a eso de las 18. 30 me he sentado frente a una mujer como de mi edad, con el pelo rubio quemado recojido torpemente en una trenza sin atar, que volvia agotada del trabajo. De repente a bostezado exageradamente fuerte.

- Lo siento.

En realidad no sentia nada, estaba a punto de desvanecerse pero ese ' lo siento ' mezclado con el bostezo ha hecho de mi trayecto un viaje al pais de las maravillas.

lunes, 5 de septiembre de 2011

La rentrée

Y esa tarde Paris cambio de color.