jueves, 13 de enero de 2011

Montag

No llego nunca pronto, pero ya estoy harto. ¿Para qué? Para oír el sonido de ese imbécil. Para saltar cada vez que el subnormal no hace le que le pido. Para ver como se va apagando poco a poco porque no le queda batería y no encuentro el cargador. Odio a mi ordenador, porque no hace nada de lo que tiene que hacer. Trabajo para una empresa que vende uniformes de trabajo y me ocupo de las cuentas, contable es el insulto que mi existencia me concede. Es el peor trabajo que podéis hacer jamás. Nunca estudies economía, es lo peor. Y por eso nunca llego pronto y me da igual. Son las ocho y media, tendría que estar fichando en la puerta del edificio, pero no aquí estoy dos pasos de cebra más allá.

- ¡Aaay! De verdad déjame en paz no puedo más no me hables de eso por favor. ¿Te importa olvidarlo? Sí, lo siento llegué tarde, si lo sé... Mira majo sabes lo que te digo que no me vuelvas a llamar para nada si no te caigo bien. Si en realidad no sé por qué sales conmigo... ¿Qué?... ¿Perdona?... Sabes vete a la mierda.

No pude contener la risa. Menuda bronca acababa de echarle a su loquefuera...
- ¿Te estás riendo de mi?
Que no la tome conmigo...
- Emm... no... ¿Te conozco?
- Ahora sí, soy Paula.
- Jajaja... Nacho.
- Sé que te reías de mí, da igual... Es que es un imbécil...
- No, no te lo discuto no sé que os pasaría...
Se puso verde, cruzamos. Era morena, más bien bajita y sonreía de una manera muy especial. Paula.
- Y, ¿a dónde vas?
- Yo, a trabajar. ¿Y tú?
- Sí también, ¿ a qué te dedicas?
- Soy contable... ¿tú?
- Pastelera.
- ¿En serio?
- Sí, mi pastelería es la de al lado del Massimo Dutti de esta calle. ¿Sabes cuál?
- Sí, ¿Chocolat?
- Sí, esa.
- Pues yo compro todos los días allí el pan... No te había reconocido... Ya sabes sin la bata...
- Jajajaja.. ya decía yo que me sonabas... jajajaja
- ¿Te sonaba?
- Si tú eres el de: una baguette y una palmera por favor.
- La palmera es para mi vecina.
- ¿Tu vecina?
- Si tiene cuatro años y le encantan tus palmeras.
- ¡Qué orgullo! Bueno, hasta mañana.
-¡Hasta luego mejor dicho! No voy a dejar de comprar porque sepa lo que me espera si algún día te caigo mal...
- Tranquilo Nacho, no me caerás mal.
- Eso me tranquiliza...
He decidido comprarle el pan a toda la empresa a partir de ahora. No es tan malo trabajar donde trabajo. Tiene sus ventajas.

2 comentarios:

  1. Nacho y Paula son tambien los protagonistas de la novela que acabo de terminar de leer...me ha hecho gracia la coincidencia!

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