jueves, 2 de enero de 2014

2014 suena bien

Empieza otro año y yo acabo de desenvolver el regalo. Son meses los que me dan para buscarle un buen sitio, disfrutarlo y compartirlo. Las alegrías no debemos guardárnoslas para nosotros.
 

Hay vidas que se dejan escribir, dejan la puerta abierta a la Providencia y ven pasar los acontecimientos con gran ilusión. Los hay más participativos, menos participativos y luego hay otros que están de lleno en el asunto. Vivir, qué misterio.  "Si me lo hubieran dicho, jamás me lo habría creído", yo me repito la frase cada mañana. Jamás lo habría pensado mejor, no hay día sin sus alegrías, ni alegría sin sus dolores. Qué maravilla, qué follón esto de seguir viva.
 
 

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