miércoles, 13 de abril de 2011

ensemble

Estabamos estratégicamente sentados en aquel local lleno de gente, música y humo. Yo hablaba con él entre caladas, acicalamientos y cerveza. Caímos en un devaneo propio de gente alegre.

- ¿Y qué pasa?
- Nada... ¿quien eres?
- Côme, ¿y tú?
- Oli.


Se quedó callado. Me miraba despacio, pensando. 

Mi cabeza se llenaba de ideas contradictorias, de sis seguidos de nos, de por qué no y de de ninguna manera. Tanto tiempo y a la vez tan poco, pensé en el principio y me arrepenti ligeramente del final. ¡Pero cómo podía arrepentirme! Sus ojos me miraban distraidos, bebidos de noche, hasta arriba de desconcierto. Reflejados en los míos, mis ojos, escondite de discusiones monologadas. ¿Por qué él? ¿Por qué ahora? ¿Por qué siempre es tan dificil?

Sus labios pusieron fin al comecocos. Le besé, le besé tres veces.


- Oh Côme, ¿y ahora qué? ¿Te irás? Porque esto lo haces con todas.
- Lo tuyo es distinto, eres una persona, con principios y verdades. Segura de tus ideas. No Oli esto no lo hago con todas. Yo... Oli contigo he pensado en casarme Oli. ¡Yo, casarme!

Me reí, realmente era inaudito.


- Dame una oportunidad, y haré de nosotros la pareja más bonita de Paris, toi et moi...

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