viernes, 4 de agosto de 2017

A lo loco

Era un momento crítico. En qué momento se me habría ocurrido decir eso. ¿Valiente yo? Para qué... Madre mía. Estaba sentado en un café de Lisboa, uno que a Em le encanta, le priva, como ella dice. Hace cuatro meses encontré el trabajo de mi vida, y Em llevaba un año en una revista, se ocupada del diseño digital y no sé qué más. Nunca sé explicarlo bien. Pero a ella le encanta. 

- Em, he pensado que es una tontería no casarnos ya. 
- What? Jajajaja, ¿lo estás diciendo en serio? No me lo puedes pedir así, un día cualquiera porque te brota. Jo, Manu, ¿en serio?
-Claro que es en serio, si no nos hemos casado antes es porque no habríamos sobrevivido solo con lo que te pagan en esa revista. 
-Pues haré como si no lo hubiera oído y me lo pides otro día en serio.
-Se lo pediré a tu padre first, si me dejas. 
- Jo, me fastidias toda la sorpresa, Manuel...
- Si tú no has oído nada.
- Jajaja bobo. 

En fin, que la he liado parda. Siempre, en todo lo que he hecho, me ha quedado la sensación de llegar siempre tarde. A parte de que hay veces que es literal, si una fiesta empieza a las 10, yo llego sobre las 12. Sin embargo, con Em estuve acertado, llegué en el mejor momento, en realidad para ella no hay momento malo. Por eso, tampoco quiero llegar tarde para casarme con ella. Creo que ahora es el momento. Se lo he pedido a su padre esta mañana, la verdad es que no hay hombre más fuera del mundo que él, o sea que no sé si se ha enterado mucho de lo que ha pasado. 

- Em, te quiero.
-Y yo Manu, te quiero mucho.
- Pero que yo te quiero para toda la vida. ¿Te casarías conmigo?
- Sí, me casaba mañana si pudiéramos.
- Boba, que lo digo en serio, ¿te quieres casar conmigo?

Creo que no he llegado tarde. Em, se ha echado a llorar, y está guapa hasta cuando llora. Nos casamos ya, no mañana, pero en cuanto haya fecha libre en una capilla chiquitita que siempre nos ha gustado.

 Creo que en marzo hay un sábado libre. 


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