martes, 19 de enero de 2016

Take a step -

Me levanto muchas veces con ganas de té y no café, pero irremediablemente termino tomando un descafeinado con galletas. Esas contradicciones hacen de mi vida un sinsentido quizá, pero es lo que soy, una tea person que toma descafeinado. Hay días que querría coger el bus pero como sé que tarda más, termino leyendo cualquier cosa en el metro. Y lo mismo pasa con mi trabajo. Siempre quise ser fotógrafa pero soy diseñadora de páginas web. Diseño los sitios online de otros fotógrafos y con el pago del alquiler, el abono y la comida, se me va el mísero sueldo y nunca tengo para comprarme una cámara de verdad.

Hoy en cambio he desayunado Earl Grey con cereales y he esperado 10 minutos el bus. He llegado al despacho de mi jefe y le he dicho que dejo el trabajo. No ha parecido escandalizarse, lo que me ha ofendido bastante, dado la de horas que he perdido editando páginas mediocres haciéndolas parecer geniales sin conseguir siquiera que él se aprenda mi nombre... Acto seguido he llamado a mi madre para decirle que hoy iba a comer a su casa pero que llevaba yo la comida, tenemos que celebrar esto. No se crean que se me ha ido la cabeza. Ayer, volviendo aburrida del trabajo, se me ocurrió la brillante idea de mirar el mail y vi que una empresa de diseño de Ámsterdam me proponía dirigir un proyecto nuevo con ellos. Les envié mi currículum hace seis meses para colaborar en otro proyecto, ¡pero no dirigirlo! Voy a viajar por fin después de tres años de esclavismo, de ahorros sin un fin concreto, de mañanas de café descafeinado y de paseos por el metro de Madrid. Voy a conocer Ámsterdam y voy a empezar algo nuevo, (además, me han dicho que me proporcionan una Canon). 


A veces hay que lanzarse a la piscina, subirse al bus, invitar a comer a tu madre, tomar té y decirle a tu jefe que se vaya a la mierda. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario