sábado, 2 de enero de 2016

Don't Know Why

No puedo escuchar a Norah Jones, me cuesta hacerme un capuccino o ir a Berlín sin pensar en ello. Estaba bien, haciendo lo que me gusta y conociendo a gente maravillosa todos los días. Pero al despertarme me daba cuenta de que había soñado con ella, nos agarrábamos fuerte de la mano y paseábamos por Ginebra sin pensar en nada. El otro día me enteré de que he sido seleccionado para unas prácticas en Berna, será la quinta vez que las pido, pero parece que Dios no quería que me las dieran hasta ahora, quizá para cambiar las calles de nuestra ciudad por otras. Para que me olvidara un poco de todo.
Llegué a Berna el 2 de febrero, justo después de mis exámenes. Había terminado por fin la carrera y me aventuraba a lo siguiente, al futuro incierto que tanto asusta a muchos. Me despedí de todos y cogí el tren a las 10 de la mañana, después de la primera misa en la catedral. Y recordé, allí, en esa estación que recorrimos tantas veces juntos, cómo me cambió la vida estar con ella. 

[...]

Mis tareas en Berna se limitan a hacer lo que más me gusta, además, puedo hablar en alemán y reírme de vez en cuando al descubrir otra curiosidad del variante suizo. Asisto a reuniones y redacto informes en los tres idiomas principales de la Unión Europea, por primera vez en mi vida creo que lo que hago me llevará a donde quiero ir.  

Por las mañanas, suelo tomarme un capuccino, mientras leo, en el Starbucks más cercano al Bureau des Affaires Européens, que es donde trabajo. Hoy no había ni un sitio libre para sentarse así que le pregunté a una chica si le molestaba que me sentara con ella en la mesa. 

-Entschuldigung, macht es dir etwas, wenn ich hier sitze?
-Nein, natürlich nicht, bitte.

Sin planearlo, hemos empezado a hablar, he cerrado el libro y solo podía mirarla a los ojos. Y ha sido ahí, donde mi memoria ha empezado a dejar sitio al futuro y poco a poco el pasado ha tomado su lugar, ha desaparecido parcialmente. Ella se llama Maria y es de Berna, trabaja como profesora de francés en una escuela primaria de la ciudad. 

-Und dir?
-Ich bin Clemens, ich mache ein Praktikum hier im DEA Büro. 

De repente he sentido que todas las puertas que Agnes había abierto, se cerraban poco a poco y daban paso a Maria, a todo lo que podría pasar. He entendido que lo que para mí resultaba imposible, para Dios no lo es y Maria es la prueba de ello. Yo voy a ser realmente feliz, voy a vivir la vida que me ha tocado vivir y lo demás queda perdonado, olvidado y aprendido. 


a tí, al que tanto quise y para el que sigo queriendo lo mejor. 

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