sábado, 10 de enero de 2015

Nuevo, todo es nuevo

Estábamos todos a la mesa. Los nervios me ahogaban, era una mezcla de alegría y angustia imparable. Estábamos todos juntos. Sentí que el tiempo se paraba, repasé cada mes del año, repasé cada día, cada momento, cada despertar. Este año había vuelto a casa, habíamos viajado mucho, habíamos reído y me enfadé más de la cuenta. Lloramos, sí, lloramos mucho pero solo de amor y de alegría. Hubo momentos horribles, nieblas imborrables de la memoria, frustraciones. Descubrí un nuevo mundo y me descubrí de nuevo. Bailé y canté al son de muchas músicas, aprendí nuevas canciones. Me enseñaron a vivir, la experiencia me mostró otro camino. Vi lo bueno y lo malo, vi que valía la pena... Volvieron a girar las agujas del reloj, volvíamos a estar todos a la mesa; comíamos y recordábamos, bebíamos y cantábamos. Estábamos todos juntos y es como debía ser. 

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