jueves, 19 de abril de 2012

Us

La nieve estaba por todas partes. Blanco, hasta la carretera, todo estaba blanco. Me deshice como pude del pijama y me puse un jersey tuyo con los vaqueros. Las botas, siempre a la entrada en el mueble de caoba que hiciste aquel verano. Abrí la puerta y la alfombra se lleno de puntitos blancos que al segundo se convertían en suaves manchas de agua que desaparecerían antes de que nos diéramos cuenta. Empecé a saltar, como pude. Me tiré al suelo y empecé histéricamente a reír tiritando. Me levanté y ya estaba en la puerta.

- ¿Estás loca o qué te pasa?
- Ven, anda ven. Mira qué bonito está todo...
- Abbie cielo, hace un frío espantoso, no me hagas salir. 
- ¿No te acuerdas de qué día es hoy?

Puso cara de evidencia. Y salió al jardín pisando sobre la nieve inmaculada.

- ¡Cómo no lo voy a saber! Si, yo también lo he pensado. Dios nos ha vuelto a regalar nieve.
- Hacía diez años que no llovía un 24 de octubre. Se me destrozó el vestido...
- Y dijiste que sí...
- Y en las fotos no se me distingue entre la nieve...
- Y ahora estamos aquí muertos de frío, no querría morir el día de mi aniversario, honey. ¿Entramos?
- Josh por favor, levanta a los niños. Quiero una foto con todos en la nieve antes de que la gente empiece a estropear nuestro regalo. 
- ¿Con todos?

* * *



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