miércoles, 7 de diciembre de 2011

Adviento

Se apagan una a una las luces del apartamento. Los niños se arrodillan alrededor de una corona adornada con lazos rojos y verdes. Su padre agarra un libro gordo y de hojas finas y comienza a leer lentamente. Son cantos de esperanza y alegría. Es tiempo de espera y preparación. El más pequeño de la casa no puede evitar comprobar si el angelito hoy tampoco se ha olvidado de dejar la chuche, la provisión para este largo camino hacia el pesebre. Después de santiguarse se levantan riendo a escondidas porque una de las pequeñas ya está frente al calendario deseosa de recibir su premio por haber estado en silencio intentando comprender las palabras que su padre recitaba hace unos segundos. Cantan, todos juntos, ensayan distintas voces mientras la pequeña Pía reparte la golosina de hoy. 

Esperamos, preparamos y aguardamos Su venida sin la cual nada tendría sentido.

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