jueves, 14 de noviembre de 2013

Late afternoon

Como si el tiempo no pasara, como si las horas se desenvolvieran de los minutos y segundos como se deshace una trenza. Pasaban los días. Peter estaba sentado frente al fuego leyendo el periódico. El té estaba ya frío y apenas lo había probado. Se me había desteñido la mitad de la colada, creo que Maret ha metido un calcetín rojo entre las sábanas... Peter seguía leyendo mientras yo planchaba. Me encanta estar así, me hace ver que hemos logrado lo que queríamos, estar juntos. Encendí el ordenador y Norah ambientó otra maravillosa tarde de domingo.

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