Eso sentí. Te ibas.
- Cariño pásame la maleta anda, no te quedes ahí quieta como una estatua. Corre que la cola de la puerta de embarque se va consumiendo..
- Si toma, perdona. Estaba pensando qué pasaría si te quedaras... Quiero decir, si me esperaras, son solo cuatro meses.
- Cielo no me digas eso ahora que en 20 minutos despega mi avión, anda, no llores bobona.. y venga, optimismo, que como tú dices, son solo cuatro meses.
- Ya pero, ¿y si te olvidas de mí?
- No, no creo que haya nadie como tú por allí...son todas bicicletas, morenitas y monas, ninguna tiene tu sonrisa ni tus ojos verdes.
- Corre anda que te cierran el avión.
Obediente corriste hacia el adiós. De repente volviste corriendo otra vez y tras besarme dijiste.
- Cuida mis plantas ¿vale?
- Vale.. te quiero.
Al irte se me escapó un grito casi insignificante, cosa rara para un grito.
- ¡Mateo!
- ¿Qué?
- Guardame París.
- Siempre.
No volviste, ni yo fui. No fueron solo cuatro meses. Ese maldito avión nunca aterrizó en Paris, iba directo al cielo.
Todavía sigo cuidando tus plantas, y tú, ¿sigues guardando Paris?
so sad...but beautiful in fact..
ResponderEliminar