Contrario a toda regla saltaré las vallas, burlaré semáforos y arrancaré rosas para ti. Porque seré libre, abriré mis labios, te repetiré que mi prisión era injusta, que nunca merecí estar allí, que pagué el castigo por no verte a ti encerrada como he estado.
Dentro de dos horas el sol volverá a mis ojos y tu correrás a mis brazos y pegada a mi oído susurrarás la canción prometida...
- No lo volveré a hacer, nunca.
- El hombre es impredecible, eso tú no lo puedes saber.
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