Habíamos hecho una cena de clase en casa de Jill para celebrar el Año Nuevo. Estábamos todos. Todavía estaba puesto el árbol y los adornos de Navidad decoraban la preciosa casa de mi amiga. Cuando terminamos de cenar me puse a recoger y tras luchar con Jill por el puesto de fregar me quedé sola en la cocina. Entonces entró Glen. Empezamos con un silencio incómodo y terminé contándole lo mal que me había organizado en las vacaciones para hacer todo lo que nos habían mandado y cómo paradójicamente había avanzado bastante trabajo.
- Si, no soporto a ese tipo de gente que trabaja la mitad que tú pero acaba haciendo lo mismo que tú en mucho menos tiempo.
- ¡Ah! O sea que no me soportas.
- No, a ver tú, es tu vida me da igual.
- ¿Así que mi vida te da igual?
- ¿Cómo me va a dar igual tu vida?
- ¿Y por qué no?
- Porque, porque te quiero Emma.
- ¿Me quieres? ¿Por qué me quieres? No... no tengo nada que...
- No lo sé pero si... parece que te quiero.
- ¿Parece?
Este estúpido interrogatorio retórico fue interrumpido por la igualmente estúpida de Molly.
- Glen, ¿no vienes a terminar la partida?
- Eh... no.
- ¿Qué se supone que estás haciendo aquí?
- Está secando las cosas que termino de fregar.
- ¿De verdad la estás ayudando?
- Si, si eso hago la ayudo a secar las cosas que termina de fregar... Con un trapo... ¡con este trapo! Ya lo ves no puedo ir a terminar la partida...
- Bueno, pues tú te lo pierdes friegaplatos.
Salió de a cocina con ese aire de diva que siempre la acompaña.
- Pobrecita está locamente enamorada de mi...
No lo pude evitar y solté una carcajada. A la que inmediatamente él contestó y así comenzamos lo que ahora se podría llamar: noviazgo necesario pues ambos nos queríamos desde hace mucho solo faltaba que nos informáramos el uno al otro de que éramos correspondidos.
Pero Inesita hija, esto es tuyo!!?¿? porque parece mentira lo que me ha enganchado!!jajaja...anda terminaaa
ResponderEliminarGreat!! Keep it!
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