Esperar el autobús en invierno no es mi pasatiempo favorito. Se me había acabado la novela y con el frío que hacía no tenía valor ni para encenderme un cigarrillo. Empecé a memorizar el texto de los estrenos de cine que anunciaba un cartel pegado en la parada. El autobús estaba tardando más de la cuenta. Sabiendo que, por la dichosa ley de Murphy, en cuanto me encendiera el cigarrillo llegaría el bus, me encendí uno. Pero no llegó el bus sino tú. Corriendo y con el abrigo imprudentemente desabrochado para el frío que hacía, me preguntaste:
-¿Llevas mucho tiempo esperando?
- Siglos. Habrá pasado algo.
-¿Tienes otro para mí?
- Que conste que te lo doy con la esperanza de que no puedas acabar de fumártelo porque llegue enseguida.
-¡Qué cruel! Pero gracias...
- De nada.
No me quedaba casi batería en el móvil pero necesitaba mirar si en la página de transportes ponía algo así como "huelga de conductores para fastidiarle las vacaciones", "llegue a casa para cenar en Navidad como mejor se le ocurra" o mejor: "fúmese otro, llegará enseguida".
-En la página esa no ponen más que los horarios, no creo que digan nada de nuestro bus.
- Genial. ¿No te espera nadie para cenar?
-Claro que sí, por eso venía corriendo.
- Y si no llega nunca, ¿cómo piensas llegar a tu casa?
-Andando...
- ¿Andando? Pero, ¿dónde vives?
- ¿Andando? Pero, ¿dónde vives?
- Cerca de West Ham, a 1 hora de aquí andando.
-Yo voy hacia allí, cerca del estadio. ¿Pero de verdad vas a ir andando?¿Con el frío que hace?
-Si vienes tú sí.
-¿Te estás quedando conmigo?
-No me malinterpretes... Hacemos una cosa. Tú quieres ir andando pero no te atreves a hacerlo sola, right? Yo voy a ir de todas formas pero no me quedan cigarrillos, right? Yo pongo la compañía y tú el tabaco. ¿Te parece justo?
- Lo que no me parece justo es que mi hermana haya preparado su primera cena de Navidad y yo vaya a llegar tarde o no llegar. Así que vamos. Pero solo te voy a dar tres, tres máximo. Right?
Estuvimos andando y hablando, como dos perfectos desconocidos que éramos, me enteré de que trabajabas en mi empresa pero no conseguí averiguar si nos habíamos cruzado alguna vez. De repente media hora después...
-Creo que sería más civilizado pedir un taxi.
-¿Perdón?
- No es que no se me haya ocurrido antes, pero prefería ir andando con la borde del departamento de diseño antes que invitarla a un taxi y perder la oportunidad de contarles a todos el 26 que no eres tan arpía como todos se creen..
-¿Esto era una apuesta?
-Of course, yo siempre vuelvo en metro. Odio el autobús.
-Eres idiota. Pero de los de concurso. Me alegro que toda la empresa vaya a saber que no soy una bruja, seguro que dejarán de tomarme en serio. Gracias, Will.
Pedimos un taxi y fuimos en silencio hasta la casa de mi hermana.
-Si cenas conmigo el 26 no le contaré a nadie que eres un encanto.
- Ok. Lo hago por conservar mi reputación, y yo diré dónde cenamos.
-Perfecto, ya tengo tu número.
-¿Cómo?
- Acabas de llamarme porque no encontrábamos mi teléfono, ¿te acuerdas?
- Whatever... Merry Christmas Will.
-Merry Christmas, Amanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario