Echaba de menos la nieve cayendo al otro lado del cristal. Echaba de menos tus discos de vinilo y el café a las seis y media. Echaba de menos cada paso que crujía en la vieja escalera, los niños estrenando pijama. Echaba de menos el baile de Nochevieja, no dejaba de darle vueltas al menú de Navidad, quiero cambiarlo, todos los años hago a lo mismo. Echaba de menos peinar los negros rizos de Marga y contarle eternos cuentos al pequeño Simon. Echaba de menos el olor a Oporto que invadía la casa los 6 de enero desde 1999. Estaba sentada cosiendo en el sillón del porche mientras echaba de menos la Navidad. Queda todavía todo un mes y ya quiero ponerme a preparar el pavo. Estoy empezando a exagerar lo de la impaciencia.
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