- Yo doy seis años.
- Seis años, casados a lado del Ramiro; de blanco y chaqué, fotos desenfocadas y desacuerdos. Su amor contra su mundo.
- Un año más.
- Garcia Noblejas, vecinos de Agatha Christie y un bebé rubio durmiendo en el salón de un piso minúsculo.
- Tres años más.
- Ya son cinco, se han mudado a un páramo desierto, Pozuelo y la casa sin amueblar. Dos chicos y una niña juegan en el jardín. Rubios todos, ángeles embarcados en una nueva aventura.
- Un año más.
- Y una niña más, morena. Siguen donde siempre, con las mismas cosas y los mismos ajetreos, biberones, pañales y guarderías. El mayor empieza el cole. ¿Alguien da más?
- ¡Tres años!
- Gordo como un tonel un bebé llega cargado de novedades. La familia crece y las dificultades se multiplican, una sonrisa, fe y amor son armas imprescindibles para afrontar una avalancha de chupetes mezclada con cumpleaños y exámenes que corregir.
- Dos años más.
- El sexto ya tiene un año, pecoso y revoltoso está siempre al borde de la muerte subido a pianos, banquetas y terrazas... La música invade una casa llena de desorden y juguetes y paciencia, muuucha paciencia..
- Tres años más.
- Mmmm...sí, hicieron el Camino de Santiago con el pequeño de tocayo del apóstol, tiene dos años, enfermizo y payaso revolotea por la casa, mudo, ojeroso y genial. Los mayores crecen, cambian...
- Por fin otra niña en casa, parecía que las dos princesas iban a ser único rosa, pero no... Llegó una rubia despanpanante bailando sevillanas, con una sonrisa de oreja a oreja que le otorga el título de princesa. Mamá está en casa y se nota. Simancas distrae a la cabeza. Mes de mayo. Alegría y fortaleza frente a un ataque improvisado de matrículas y violonchelos. ¿Más?
- ¡Cuatro años!
- Rizos, rizos y más rizos arriban a la casa en tonos chocolate después de dos meses de reposo ABSOLUTO, una alegría más, tras una o dos lágrimas. Los mayores son muy mayores, padrinos pues. ¡Rápido!
- ¡Seis años más!
- Perfecto redondo y par. Ya son diez sonrisas, a la vez que diez vidas que vivir. Con sus carreras y bachilleratos van tirando, hacia arriba. Adiós al ballet. El Internacional nos invadió con Premio Magariños incluido. Los colegios y conseguidos inundan la casa con ojos despistados en la conquista de Nueva España, ecuaciones revoltosas y algún juicio maltratado.. Si, aquí termina la subasta, ya no se puede dar más.
Los dos jóvenes que distraídos paseaban por la Castellana no se percataron de que con cada Avemaría llenaban la cajita de las diez personalidades que invadirían la casa en 22 años. Y hoy 8 de abril de 2011, subastan su alegría repartiendo sonrisas por Madrid, desde Serrano hasta Alcalá de Henares.
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