miércoles, 8 de mayo de 2019

Living heart

Siguen llegando los mensajes de pésame, diciéndome que jamás te olvidarán, que allí a donde hayas ido seguirás cumpliendo años. Tu cumple es la semana que viene y no sé cómo vamos a celebrarlo. Podríamos hacer lo que hacíamos todos los años, estar juntos en casa con los niños, tú preparabas una súper merienda cena y elegíamos una peli. Ya veré que hacemos. No sabes cuánto te vamos a echar de menos, gordita, esto lo escribo porque necesitaba ponerlo en alguna parte. Pienso en ti a cada instante. No sé cómo vamos a salir de esta, intento pensar en qué harías tú, seguro que se te ocurrían mil cosas que hacer con los niños. A mí me está costando salir de la cama para ir a trabajar, o sea que imagínate lo que es meterse en ella solo, rezar solo y pensar que en dónde estarás. Espero que me eches de menos tanto como nosotros. Me imagino que cuando me acuesto, te acuestas a mi lado, en espíritu claro, pero no pido más. Sentirte por cinco segundos sería suficiente, entérate de si te dejan bajar de vez en cuando a vernos, deja alguna señal de que has estado, a lo mejor así se me quita este insoportable nudo que se me ha instalado en la garganta. Marcos te pinta en las hojas de sus cuadernos y Silvia te hace una canción todos los días en el coche yendo al cole. Yo no sabía qué hacer; como ellos, necesito dedicarte algo tangible para decirme que no te has ido, que siempre estarás dentro de cada uno. Te quiero mi vida, voy a ver qué hago de cena. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario