martes, 7 de junio de 2011

moscow

Fuimos felices, perdiendo y aprovechando el tiempo. Cogiendo apuntes o simplemente bostezando trimestre tras trimestre. Llegando tarde o llegando tan pronto que no había nadie. Estudiando, o no. Llorando de alegría, de risa... la histería que 'a algunas' nos da. Crecimos, crecemos e inevitablemente lo seguiremos haciendo. Corrimos, jugamos, andamos y a los 17 ya ni nos movíamos de clase, maldita pereza adolescente. Vimos mucho, aprendimos mucho.

De pequeña solo valoraba a aquellos que nos hacían reír, que no mandaban deberes. Ahora, de mayor disfruto de los que enseñan, de los que saben, de los que aman lo que hacen y así nos hacen amarlo también.


Y siempre pasa lo mismo.
Lo bueno se termina.

Me vino San Basilio de Moscú a la cabeza, podría empezar a aprender por ahí, por Moscú, por lo inexplorado que a mi amigo tanto le gusta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario