-Si sigue lloviendo me tiro por la ventana. No lo soporto más. Es levantarme, subir la persiana y querer volverme a dormir. No tiene sentido.
-¿Puedes dejarlo ya y terminar el maldito trabajo?
-¡No! Estoy harta, quiero ir a pasear, poder salir en bicicleta y tomarme un helado.
-Eres una impaciente, marzo no es el mejor momento para un helado.
-Pero que deje de llover... ¡Aaah! Yo no pido un helado, solo quiero un poco de sol.
-Lo que tienes que hacer ahora es el trabajo ese. Venga, deja de hacer el imbécil y ponte a ello.
-"Deja de hacer el imbécil y ponte a ello", como tú solo tienes que colorear... Además este trabajo es un rollo.
- Estoy haciéndote un retrato precioso para que lo sepas.
- ¿En serio? A verlo, ¿a ver? ¡Enséñamelo!
-Cuando termines el trabajo.
-Vale, pero luego me lo enseñas.
-Claro, pero termina de una vez.
* * *
-¿Pero es que no va a para de llover nunca?
-Jaja, ¿es que no piensas dejar de quejarte en toda la tarde? Eres la niña más quejicona que conozco.
-¿Cómo va mi retrato? ¿No lo has terminado? Deja de quejarte de que me quejo y termínalo ya, porfi.